Maria Baptista - “Tenía que sintonizarme con mi identidad”: Adriana Bottina

Siempre hubo un veto tácito entre las mujeres y la música popular, que si bien tenía figuras con renombre, todo volvía al punto de partida indicando que los hombres tenían total dominio sobre sus letras y melodías.

Por fortuna dentro de los cambios que trae consigo el tiempo llegó otra forma de ver ese sonido propio para el despecho y encontró voces que le llevarían a otro formato, donde la presencia femenina se hacía más fuerte y cantarle a una indiferencia vibraría con la misma emoción que produce el amor.

En esa transformación llegó Adriana Bottina, quien siempre fue artista, pero que para entonces no había encontrado la corriente que direccionaría su creatividad. Ante esto, hoy, cuando los años se conjugan con la experiencia, se puede afirmar que es una de las pioneras del género tal como se concibe en la actualidad.

Es de aclarar que la vallecaucana se desplaza por la actuación, el teatro y la música en sus diversos formatos, y aunque para todos tiene el tiempo, la constancia y la preparación, afirma que su carrera está interpretando canciones en un escenario.

Dos proyectos muy importantes le han mantenido en escena, 2022 fue el marco para mostrar su destreza teatral en el musical “Chavela por siempre Vargas” y desde hace siete años es una de las voces del show “Mujeres a la plancha”, que en compañía de colegas hacen las delicias de un público asiduo temporada tras temporada.

Lo anterior es precisamente parte de su proceso artístico, aunque ella se define más como la cantante en el estudio y los escenarios, por lo que un lanzamiento ya se hacía necesario y “Pal carajo”, que se presenta ahora, es la reafirmación de esa reputación.

El compromiso

Si bien Adriana hace parte de una nueva generación, su temprana incursión en la música y el género le permitieron abrir camino a quienes le siguen de cerca los pasos y es por esto que se considera una de las pioneras de un estilo bien logrado.

Con esto se ratifica el compromiso que la artista tiene, se siente feliz de esos inicios en la música popular femenina, que aunque encontró mucha resistencia y obstáculos en un ambiente machista donde no se concebía que las letras llevaran un componente de dulzura propio de su voz y su condición de mujer, supo sortearlos y cimentar el terreno para lo que ha llegado después.

Su constancia dio para mantenerse firme en su propósito y no apeló al estilo rudo ni se igualó a los hombres para hacer competencia, porque sencillamente lo suyo iba más allá, en forjar un estilo lleno de letras, que aunque le cantaran al desamor, podían cargarse de sensatez.

Eran momentos en lo que el toque femenino no cabía en las letras que para entonces entonaban en la música popular, pero una vez ella intentó y lo hizo, la aceptación fue tal que la industria se encontró con la grata sorpresa que ese universo se ampliaba a un público que no dudó en darle aprobación, es así como más mujeres se sintieron identificadas y empezó un boom de artistas que querían hacer su aporte. Ahora, con la certeza de que el trabajo se orientó bien en lo que a ella respecta, Adriana afirma que su compromiso y responsabilidad están cada vez más firmes.

La evolución del género

Ver cómo ha aumentado la incursión de artistas es la mayor satisfacción de la vallecaucana. Cada vez hay más exponentes que le dan altura al género y allí exalta a Jessi Uribe, Paola Jara, Francy, entre otros que con su talento abrieron puertas para que se mire de otra forma el escenario como tal.

La apreciación corresponde a esos lugares que se destinaron hace algunos años para recibir a los cantantes populares, como le sucedió a ella con la gira de Wendy Jiménez, el personaje de “Nadie es eterno en el mundo”, no encontró grandes escenarios, y si bien aclara que le encanta “pueblear”, porque el recibimiento allí es inigualable, el espacio destinado a la actuación, generalmente no contaba con las condiciones óptimas.

Recuerda que alcanzó a cantar en escenarios poco seguros y ahora reconoce que por fortuna nunca padeció algún problema que comprometiera su integridad física, si hubo riesgos, incluso para los asistentes. Hoy, con la evolución del género, los escenarios se igualan a la propuesta musical y el respeto por los artistas es evidente.

Adriana Bottina es talentosa y bonita, estudió música y canto, ha tenido la oportunidad de cantar lo que ha querido, entonces es posible pensar que pudo apostarle a otro género y evitarse ese crecimiento a pulso que le obligó su decisión, sin embargo, manifiesta que es muy inquieta y debió deliberar por descarte en su futuro artístico al encontrar el cariño de la gente con esa propuesta.

Con novelas a cuestas que le llevaron por ese camino sin proponérselo, la fama llamando a su puerta y el deseo de hacerlo cada vez mejor, decidió que debía parar y sintonizarse con su carrera que ya cumple 28 años en medio de muchos formatos, llegaron Manuela y Luciano, sus hijos, y un receso que le dio orden a su vida.

Conectando con su gente

Siendo consecuente con lo que formó, regresa con nueva música, en su género popular que tanto quiere y es así como “Pal carajo” ya empezó a escalar, y aunque echa mano del recuerdo construido con las novelas que interpretó, trae lo que su público estaba esperando.

Es mamá, empresaria, compositora, cantante, ciclista, todo eso lo pone para hacer un buen “batido” que le lleva a mantenerse activa, y aunque no descarta regresar a la televisión, afirma que sólo estaría en un proyecto que la seduzca con un personaje que tenga muchas facetas artísticas, pero no se dispone para los castings.

Escucha mucha música y en ese ejercicio del empoderamiento que tanto se nombra, se ubica en una corriente neutra, ni feminismo, ni machismo, es buscar lo mejor de cada quien, en ese orden de ideas hay mucha música lista, un disco que ya está prácticamente listo pero que va a lanzar por sencillos.



fuente Farándula https://ift.tt/sbeMpaL

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