Maria Baptista - Laura González, la reina que convirtió las críticas en fortalezas

El día que coronaron a Laura González Ospina como Señorita Cartagena, el Teatro Adolfo Mejía se quiso caer. Muchos aplaudían, otros solo repetían “¡Rosca, rosca!”, pero Laura se acostumbró a vivir con las críticas y a no usarlas como un pretexto para fracasar, sino como oportunidades para volverse más y más fuerte. Luego, cuando en marzo pasado la coronaron Señorita Colombia, hubo quienes alzaron su voz para decir que su pasarela era pésima, que no lo merecía, etcétera... Nada de eso le impidió llegar lejos en Miss Universo: es la nueva virreina.

Desde que llegó

Laura, que nació en Cali, pero se siente más cartagenera que el Castillo de San Felipe, llegó a Las Vegas para dejar huella. Desde que ganó el Concurso Nacional de Belleza, se propuso trabajar en dos de sus puntos flojos: pasarela y cuerpo. Tanta fue su disciplina, que logró mostrar en el certamen universal uno de los mejores cuerpos, y eso que compitió con otras 91 mujeres de todo el mundo. La costeña habla inglés perfectamente, irradia seguridad y empatía.

Durante la pasarela en traje de baño, Laura Barjum, como también es conocida la actriz, lució impecable. Su cuerpo, sano y trabajado, la ayudó a pasar a la ronda de 16 semifinalistas. En la segunda salida de la noche, esta vez en traje de gala, Laura siguió descrestando, con un diseño de Hernán Zajar. El brillo y la sencillez predominaron, ¡y Colombia entró al grupo de las diez, luego al de las cinco! Aquí vino lo difícil. Tal vez una de las preguntas más duras fue la que respondió la cartagenera:

-Steve Harvey: El terrorismo es una de las mayores amenazas en el mundo de hoy, como Miss Universo, usted estará encabezando conversaciones sobre asuntos globales en comunidades de todo el mundo, ¿cómo le explicaría a un niño el tema del terrorismo?

-Laura González: Jamás he estado en la posición de la víctima o del victimario o de la familia, no puedo decir a ciencia cierta cómo se siente, pero si tengo la oportunidad de hablar con un niño, le pedía por favor que su generación, incluso la mía, ya no puede estar llena de armas.

En la segunda respuesta aseguró que su pasión y empeño en cada proyecto serían sus mejores cualidades personales para convertirse en Miss Universo. Al final de la noche, Laura no obtuvo la corona, en cambio logró que muchos de los que le dijeron “gorda en reposo” y quién sabe cuántas cosas más, se levantaran a aplaudirla.



fuente EL UNIVERSAL - Farándula http://ift.tt/2joZ1sY

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