Maria Baptista - Aerosmith demostró en Colombia por qué es leyenda

Cuando una banda supera los 46 años de trayectoria musical brillante, lo usual, es que personas de tres generaciones se congreguen para disfrutar de su música. Eso fue lo que sucedió en la noche del jueves en el Parque Simón Bolívar de Bogotá, con la presencia de Aerosmith.

Los llamados ‘Chicos malos de Boston’, ya no tan chicos, se presentaban por tercera ocasión en Colombia, y aunque ellos ni lo han confirmado ni lo ha desmentido, la gira suramericana que comenzó precisamente en Bogotá, podría ser la última de este quinteto. 

Lo cierto es que el público respondió. Cerca de 25 mil personas se hicieron presentes en las dos localidades habilitadas para disfrutar de un concierto que superó los cien minutos de duración, en los cuales, Steven Tyler y su corte, interpretaron la mayor parte de sus éxitos, que son tantos en más de cuatro décadas de trabajo, que algunos quedaron por fuera.

Algunos fanáticos llegaron de otras ciudades e incluso países vecinos, vía aérea, pero también se podrían apreciar, a la salida del espectáculo, buses que esperaban a fanáticos que se trasladaron desde ciudades como Cali, Medellín, Neiva, Armenia e Ibagué, y tras la adrenalina de ver y disfrutar de la música de sus ídolos, tomarían carretera de regreso a su realidad cotidiana.

A las afueras, el comercio informal intenta aprovechar la euforia de los asistentes para que llevaran la manilla, el botón, la gorra, la camiseta o la cintilla para la cabeza con el logo y el nombre de Aerosmith. Al final el show, esos mismos vendedores estarían en el mismo lugar, rematando las últimas existencias de lo que aún no habían vendido. Todo con un cincuenta por ciento de descuento, negociable.

Desde la noche anterior al concierto, un centenar de apasionados aficionados decidieron empezar hacer fila a las afueras del Parque Simón Bolívar, soportando las bajas temperaturas de las madrugadas capitalistas.  Todo por lograr el mejor lugar para el concierto.

EN EL ESCENARIO

En esta ocasión fueron dos los teloneros colombianos que le abrieron a Aerosmith. El primer turno, al filo de las siete de la noche, fue para 'Starways', seguido por 'Revolver Plateado', cada uno con 25 minutos para mostrar su música al público que iba ingresando al Parque Simón Bolívar.

Con un buen sonido pero corto tiempo, es una muy buena oportunidad para bandas emergentes, que no todos los días tienen la fortuna de presentar su música ante 25 mil personas, muchas de ellas seguramente los seguirán escuchando.

A las nueve empunto de la noche, estos cinco chicos sesenteros llegaron al escenario, Steven Tyler, Joe Perry, Brad Whitford, Tom Hamilton y Joey Kramer, junto a un sexto músico. 

A Steven Tyler ni le pesan sus 68 años de vida, con sus excesos, ni la altura de Bogotá, para correr por todo el escenario e incluso bajar de él para tomarse una selfie con sus seguidoras, quienes se manifestaron lanzándole al escenario algunas prendas íntimas y sexys.

Quizás, uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando empezaron a sonar los primeros acordes de la intensa balada ‘I Don´t Want To Miss a Thing’, así como su tradicional versión de The Beatles, ‘Come Together’. 

Un piano de cola largo apareció en el escenario, y sentado frente a él, Steven Tyler para iniciar la recta final del concierto con uno de los clásicos de la banda de Bostón, ‘Dream on’, junto a la potencia de la guitarra de Joe Perry, de ‘Walk this way’.

En el repertorio faltaron clásicos como ‘Janie’s Got a gun’, ‘Pink’, ‘Angel’ y ‘Amazing’, pero fue un concierto en el cual cada uno de los integrantes demostró por qué Aerosmith es leyenda y ha escrito uno de los capítulos más brillantes de la historia del rock.

Al cierre, Steven Tyler, en perfecto español y a manera de despedida, lanzó un grito: “¡Los amamos!”, mientras que el público no quería dejarlo ir.



fuente EL UNIVERSAL - Farándula http://ift.tt/2d20LnC

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